Los profesores tienen una percepción muy negativa de las familias. Un 87% de los docentes de la enseñanza obligatoria (hasta 16 años) consideran que en casa les dejan hacer a los alumnos "todo lo que quieren" y el 50% perciben que las familias no se preocupan de la educación de sus hijos, según una encuesta del Instituto de Evaluación y Asesoramiento Educativo (IDEA).

También uno de cada dos docentes advierten en la investigación, realizada en toda España, de que la convivencia en las familias se ha deteriorado en los últimos tres años y falla la comunicación con los hijos.

El estudio también llama la atención sobre la creciente falta de respeto, que constatan el 73% de los docentes, y otras conductas como agresiones, robo y rotura del material del centro e interrupciones en clase. El crecimiento de esta perturbación del clima en los tres últimos años ha sido mucho mayor en los centros privados aunque todavía no ha llegado a igualarse.

DESAJUSTE En opinión del coordinador del estudio, Alvaro Marchesi, y de Roberto Rey, director del Centro de Innovación Educativa, que la ha patrocinado, este fenómeno obedece a los grandes cambios registrados en las familias, como la incorporación de la mujer al trabajo, que tradicionalmente se ocupaba de la educación, y en los colegios. "Ahora el niño encuentra un vacío que hay que resolver entre ambos padres. Pero con frecuencia vienen agotados y tarde de trabajar porque se ha endurecido muchísimo el mundo laboral y el niño a las nueve se tiene que ir a la cama", avisa Rey.

También asegura que además, según la encuesta, la familia ha perdido la noción de lo que es importante y los límites que hay que marcarle al niño, decirle hasta dónde se puede llegar. "También ocurre en la escuela. No todos los docentes usan igual las normas. Unos son más permisivos que otros", observa Rey.

Para Marchesi, exsecretario de Estado de Educación, se ha producido un desajuste entre las perspectivas de los padres y los colegios y falta una visión global para atender los problemas de todos. "Los profesores dicen que las familias no se preocupan, y las familias, que no tienen tiempo y que no saben bien qué hacer", aseguró.