La Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) quiere convencer al usuario telefónico de que no está solo en su difícil cruzada contra el bombardeo publicitario que le acosa por tierra, mar y aire. El organismo dirigido por Artemi Rallo ha realizado una investigación de oficio en la que detecta numerosos abusos por parte de las operadoras, ansiosas por colocar su producto a través de llamadas y mensajes de móvil. El resultado es un informe demoledor con el que intenta desenmascarar las tretas más habituales del spam telefónico y poner en manos del ciudadano las armas que necesita para plantar cara en esta dura batalla.

Lo primero que tiene que saber el combatiente es de dónde obtienen sus datos los estrategas del enemigo. Tanto las operadoras de fijos como de móviles cuentan con ficheros de sus clientes y de los de otras compañías del mismo grupo o con las que se han fusionado. Algunas de ellas utilizan listas proporcionadas por empresas especializadas en mercadotecnia electrónica o alquiladas a otras firmas del sector. Otras recurren a la técnica de los recomendados: las personas cuyos datos han sido facilitados por clientes de la propia compañía. Esta práctica le valió hace poco una fuerte sanción a una empresa de márketing porque no contaba con el consentimiento de esos recomendados. También hay operadoras que graban las conversaciones con los clientes cuando contratan sus servicios, algo que siempre requiere la aceptación del ciudadano.

LA EXPOSICION DE LA GUIA Pero donde más expuesto se está a los embates publicitarios es en la guía telefónica, elemento del que se nutren el 53% de las 19 compañías inspeccionadas por la AEPD. Aquí lo único que cabe hacer es pedir que los datos no aparezcan en la guía o solicitar que los mismos figuren en el listín con el símbolo U para impedir que sean utilizados con fines publicitarios. La primera opción ha sido la elegida por el 25% de los abonados al fijo, mientras que la segunda llama la atención por su escaso eco. Tan solo el 1% ha solicitado librarse de la voracidad comercial por medio de la U, lo que indicaría que "o bien los abonados no son demasiado reticentes a este tipo de prácticas" --lo que chocaría, según la AEPD, con las quejas que se reciben--, "o bien no son demasiado conscientes de este derecho". Quienes lo hayan ejercitado podrán denunciar ante la agencia a quienes lo vulneren, siempre que tengan pruebas como la grabación de la conversación o el registro de la llamada. En cambio, la U no puede operar cuando se trata del móvil. Ahí no existen guías para los abonados. Lo que sí existe es la astucia de las compañías, que realizan barridos por los números asignados a otro operador de la competencia.