La prevención de la enfermedad cardiovascular puede alcanzarse siguiendo unas directrices sencillas y baratas. Así lo atestiguan los resultados del programa Euroaction, que conlleva un control semanal de los servicios de enfermería de hospitales generales y centros de salud de seis países (Holanda, Reino Unido, Dinamarca, Italia, Polonia y España). Los 10.000 participantes en la experiencia, que habían sufrido un infarto o una angina de pecho, han mejorado sus hábitos de vida en una proporción que dobla a la de aquellos que se limitaron a seguir las recomendaciones tradicionales.

El estudio, que ayer fue presentado por sus coordinadores en el Congreso Mundial de Cardiología en Barcelona, ha contado con el apoyo de las parejas de los enfermos o familiares cercanos, que también asistieron a las sesiones conjuntas o individuales a lo largo de un año.

UN MILLAR DE ESPAÑOLES Según el coordinador del estudio en España, José Velasco, jefe de cardiología del Hospital General Universitario de Valencia, un millar de españoles, con una edad media de 64 años, ha participado en el programa. Los pacientes, un tercio de ellos mujeres, debían someterse a revisiones semanales, en las que se les tomaba el índice de la presión, el nivel de colesterol, se preguntaba por su cuadro de alimentación, al igual que por la cesta de la compra, y se les insistía en la necesidad del ejercicio físico. También se les sometía a una prueba para comprobar si habían dejado el tabaco.

El programa, cuyo coste no ha sido evaluado pero se considera bajo, ha constatado que el 75% de los participantes siguieron las recomendaciones de consumo diario de fruta y verduras, equivalentes a 400 gramos o 5 raciones. Mientras en el grupo de control (pacientes que no seguían el programa) solo lo hizo el 37%. También se redujo el consumo de grasa saturada en mayor medida (55% frente a 40%) y se aumentó el de pescado graso (17% frente al 8%).

En cuanto al hábito del tabaco, sigue constatándose la resistencia a dejarlo. No obstante, un 59% seguían sin fumar un año después del tutelaje. En el grupo de control solo lo hizo un 23%. Esta comprobación se verificó midiendo el monóxido de carbono de los pacientes, según explicó Velasco, quien lamentó que "es duro constatar que el 77% de estos pacientes reincida en este hábito a pesar de su enfermedad cardiaca".

"En un futuro habría que incluir un programa específico para dejar de fumar en lugar de enviar a los pacientes a las unidades de prevención del tabaquismo", comentó el cardiólogo.

Respecto a la recomendación de la actividad física, fijada en 40 minutos de ejercicio 5 veces a la semana como mínimo, el ritmo de frecuencia cardiaca requerido fue alcanzado por el doble de enfermos coronarios incluidos en Euroaction que en los del grupo de control. Los pacientes que participaron en Euroaction también redujeron la obesidad abdominal con mayor frecuencia que el resto y alcanzaron los fines de presión arterial.

Por otra parte, el objetivo del colesterol fue logrado por la mayoría de coronarios, tanto los incluidos en el proyecto, el 78% de los casos, como en el grupo de control, el 71% de estudiados.