No siempre son las autoridades las que, en aras de la prevención, adoptan medidas que atentan contra los intereses de ciudadanos de otros países. Un caso paradigmático se produjo el pasado fin de semana en el aeropuerto parisino de Orly, donde los empleados de la empresa que se encarga de la recogida de maletas se negaron a descargar el equipaje de los vuelos procedentes de México y España por temor a contagiarse.

El boicot de los trabajadores, que afectó a 15 vuelos y causó retrasos a un millar de viajeros, fue calificado ayer por el secretario de Estado de Turismo, Joan Mesquida, como una acción "injustificada" producto de la "psicosis". Mesquida dijo que, pese a los incidentes, el turismo a España viaja con normalidad.