Las palabras del expresidente del Gobierno José María Aznar sobre seguridad viaria continuarán teniendo ese supuesto "impacto negativo sobre la juventud" del que habló Diego López Garrido el martes pasado. El portavoz del grupo socialista en el Congreso anunció ese día que, para "contrarrestar" tal efecto pernicioso entre los jóvenes, preguntaría al Gobierno sobre la influencia del alcohol en la conducción. El lugar para la interpelación era la Cámara baja. El momento, ayer, durante la sesión de control al Ejecutivo. La pregunta aparecía en el orden del día del Congreso, dentro de las que había de responder el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, de cuyo departamento depende la regulación del tráfico. Sin embargo, nunca llegó a formularse.

¿Qué pasó? De acuerdo con fuentes socialistas, fue el propio Rubalcaba quien pidió que la interpelación fuese retirada.

LA REFORMA DEL CODIGO A pesar de que el ministro no ofreció ningún motivo que explicara la súbita desaparición de la pregunta, fuentes de Interior apuntaron a que probablemente se debía al temor de que, al insistir en el desgaste político del PP por las declaraciones de su antiguo líder, los conservadores retiraran su apoyo a una ambiciosa reforma del Código Penal que incluye penas de cárcel para los conductores más imprudentes. Es decir, se trata de un cambio penal que va en sentido diametralmente opuesto al contenido de las palabras de Aznar.

Hasta el momento, la modificación cuenta con el consenso de todos. Los votos de los populares no son necesarios para sacarla adelante, pero el Ejecutivo, tratándose de una materia tan sensible, quiere que el PP apoye la tramitación exprés de los artículos relativos a los delitos de tráfico, unos delitos sobre los que el fiscal de seguridad vial, Bartolomé Vargas, dijo que existe una "baja respuesta judicial". ayer, el Congreso aprobó que las Fiscalías Provinciales tengan secciones de seguridad vial.

SU MUJER LO DEFIENDE Desde que se conocieron sus controvertidas palabras, Aznar no ha vuelto a hacer declaraciones, pero ayer, en Valladolid, Ana Botella salió en su defensa al afirmar que él jamás "bebe más de la cuenta" y sus palabras fueron sacadas de contexto. Porque, argumentó, lo que quería decir es que el vino de Castilla y León "es estupendo".