Dos años después de su implantación, los socialistas se plantean revisar el sistema del carnet por puntos para asegurar que cumple con sus objetivos. El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, confirmó la semana pasada que se abordará una reforma del procedimiento sancionador para acortar los plazos de retirada de la licencia y ayer el grupo socialista del Congreso avanzó que se plantea pedir al Gobierno que elimine la sanción de tres puntos por aparcar en el carril bus.

Este último retoque a la baja se debería, según el portavoz socialista de la comisión de Seguridad Vial, Carlos Corcuera, a que se ha detectado que "las personas con alguna discapacidad, ancianos y transportistas" usan ese área reservada al transporte público para aparcar como último recurso cuando no tienen otras alternativas. Los socialistas no pretenden que estacionar ahí no se sancione. Los infractores seguirían siendo multados, pero no perderían los tres créditos que se les retiran actualmente y que Corcuera considera una "pena excesiva".

Cuando se implantó el carnet por puntos, varios grupos, así como las organizaciones de transportistas, ya criticaron que se incluyera el estacionamiento en el carril especial en la nueva norma, porque el resto de distracciones penaban infracciones que ponían en peligro la seguridad del tráfico. Si los socialistas se deciden a lanzar la propuesta, la presentarán como proposición no de ley en la comisión de Seguridad Vial para pedir que el Gobierno tramite la reforma.

BLOQUEO DEL VEHICULO El mismo portavoz socialista avanzó que su grupo ha presentado ya otra proposición no de ley en la que pide al Ejecutivo que estudie la implantación obligatoria del alcolock en los autobuses destinados al transporte escolar. Este dispositivo consiste en un alcoholímetro que bloquea el arranque del vehículo si detecta una tasa superior a la permitida. El sistema está tan perfeccionado, que incluso detecta el ADN del conductor para evitar que algún acompañante sobrio sople por la persona que en realidad debe ponerse al volante.

"La experiencia de su instalación en Estados Unidos, Canadá, Australia, Suecia, Finlandia, Reino Unido y Alemania, está dando resultados tan satisfactorios que apuntan a la extensión de su uso como un elemento más de la política de seguridad vial en determinados vehículos", afirma Corcuera en su proposición. Francia prevé la implantación del alcolock en todo el sistema de su transporte escolar a partir del inicio del curso escolar 2009-2010.