Fabricar un recorrido imaginario por las eñes que nunca existieron en los abecedarios artísticos a lo largo de la historia del idioma castellano es el objetivo de La eñe: Ucronía de una letra , el libro que ayer se presentó en Cáceres durante la clausura del primer Encuentro de la Red Civil de la Unesco de España e Iberoamérica y que muestra mediante ilustraciones cómo podrían haber sido, de haber existido, las diferentes grafías de esta letra.

El trabajo, que fue presentado por el consejero de Cultura de la Junta de Extremadura, Francisco Muñoz, ha sido realizado por el Centro Extremeño de Estudios y Cooperación con Iberoamérica (Cexeci) en colaboración con José Luis Forte y la técnico en Informática Guadalupe López Tena, encargada de dar forma a las tildes de las eñes recopiladas en el libro.

Así, la publicación, de la que la Junta de Extremadura ha editado 2.000 volúmenes, recoge el grafismo de distintos alfabetos artísticos sobre la letra eñe, desde el románico hasta la actualidad, para lo que sus autores han tenido que llevar a cabo un importante trabajo de investigación, ya que la eñe comenzó a existir a partir del siglo XII, aunque los alfabetos artísticos continuaron sin recogerla.

Por ello, el trabajo se centró en la recopilación de las representaciones que se han hecho de la ene, para, posteriormente, añadirles la tilde mediante programas informáticos y conseguir un estilo ajustado a cada letra.