El Gobierno de Australia ha obligado a la empresa fabricante de las pulseras Power Balance a negar públicamente que exista "prueba científica" alguna de los beneficios que publicita en la promoción de sus productos. La compañía ha tenido que publicar un anuncio en la prensa local, aunque no lo ha hecho en su web, y está obligada a devolver el dinero a los clientes que así lo soliciten.

Power Balance asegura en su publicidad que sus pulseras y colgantes "mejoran el equilibrio, la fuerza y la flexibilidad y trabajan positivamente con el campo energético del cuerpo", unas afirmaciones que la Comisión de Consumo y Competencia del Gobierno australiano (www.accc.gov.au) le había instado a demostrar.

La firma estadounidense no ha aportado pruebas contundentes "sino solo un informe redactado por un organismo independiente que cumple algunos estándares", afirma la comisión gubernamental australiana, por lo que concluye que la empresa deberá eliminar cualquier publicidad que haga alusión a las supuestas propiedades de las pulseras, cambiar los envoltorios de los productos, rectificar la página web y devolver el dinero a los clientes.

Dicha comisión gubernamental exige incluso la eliminación de las palabras performance technology (prestaciones tecnológicas) de la banda de la pulsera.

Power Balance, que ya ha tenido que pagar multas en España y en Italia por falsa publicidad, ha recurrido a destacados deportistas para publicitar las supuestas propiedades beneficiosas de sus productos.