Un suculento rescate. Eso es lo que hasta ahora han perseguido con los secuestros de extranjeros los comandos de Al Qaeda en el Magreb Islámico que operan en las inmensidades del Sáhara. En los últimos cinco años, los entre 150 y 200 terroristas que integran esas células han efectuado cinco secuestros y capturado a 11 personas. De esas víctimas, solo una ha sido ejecutada. Aunque los secuestradores exigieron inicialmente la excarcelación de islamistas presos en Argelia, el resto de rehenes acabaron siendo liberados a cambio de millonarios pagos realizados por sus países de origen.

Actualmente, los terroristas tienen en su poder a un francés que raptaron el 25 de noviembre en la ciudad de Ménaka, en Malí.

En el 2005, en Mauritania, dos qatarís enviados por el emir de Qatar para buscarle una zona idónea para la caza de aves fueron capturados por los extremistas, que les liberaron a cambio de 300.000 euros. En enero del 2008 fueron secuestrados dos turistas austriacos en el sur de Túnez. En diciembre de ese año fueron capturados dos emisarios canadienses de la ONU y, en enero del 2009, cuatro turistas europeos (un matrimonio suizo, una septuagenaria alemana y un británico). A cambio del pago de rescates, todos fueron liberados, menos Edwin Diyer, el británico, que fue ejecutado.

EJECUTADO POR NO PAGAR Los terroristas aseguraron que su ejecución fue por la decisión del Gobierno británico de no liberar al jeque Abú Qutada, un ideólogo de Al Qaeda. Fuentes mauritanas explicaron que la razón fue que Londres no quiso pagar.

Esos terroristas siempre llevaron a sus rehenes a sus refugios del norte de Malí, desde donde negociaban las liberaciones. A veces, en esos procesos ejercía de mediadora la Fundación Gadafi, dirigida por un hijo del dirigente libio. Además, ante ofensivas militares como la efectuada en agosto por Mauritania, la captura de rehenes responde al interés de tener escudos humanos.

Las ramas de Al Qaeda que operan en el Sáhara cubren un amplísimo territorio que va desde Mauritania, el sur de Argelia y Túnez, así como el norte de Malí, Níger y Chad. En realidad, no superan los 200 hombres, que se mueven constantemente a bordo de todoterrenos y que pernoctan en campamentos móviles y cuevas. Esa nebulosa tiene dos líderes: Abou Zaïd y Mojtar Belmojtar.

Muchos son extremistas convencidos, aunque otros han sido reclutados entre contrabandistas y criminales. "Es una mezcla de bandidos y terroristas", dicen fuentes antiterroristas españolas. Esos hombres están organizados en Khataib (falanges). La que opera entre Malí y Mauritania, y que puede estar detrás del secuestro de los españoles, es la conocida como Arkhouma, por el nombre de su líder, Badr Arkhoum.

ALERTA FRANCESA La resonancia de secuestros y asesinatos sin captura previa de occidentales (cuatro franceses en el 2007 y un estadounidense en el 2009) ha llevado a países como Francia a dar la alerta. "El Sáhara se ha vuelto peligroso", indicaron fuentes del Gobierno francés.