Hace hoy un año, el nombre de la joven noruega Eva Sannum era un nombre de portada. La declaración que el príncipe Felipe hizo pública el 14 de diciembre del 2001 había otorgado su último minuto de gloria a quien estuvo a punto de convertirse en princesa de Asturias. Las palabras del Príncipe, "no habrá compromiso ni ahora, ni en el futuro", ponían fin, o eso se creía entonces, a una polémica que había convertido la relación sentimental de la pareja en objeto de debate nacional. Ha pasado un año desde la ruptura y de Eva Sannum nunca más se supo, más allá de las especulaciones a las que dio pie un encuentro casual con el Príncipe en Londres.

Muchas de las personas que conocen a Felipe de Borbón se hacen cruces al comprobar que aún hay quien pueda creer que éste, tras dar cuenta pública de su ruptura, pueda volverse atrás. Se acabó Eva Sannum, como en su día se acabó Isabel Sartorius, pero no se ha acabado el interés por el futuro sentimental del Príncipe, quien el 30 de enero cumplirá 35 años, que ya son.

En el 2002, todas las relaciones que se le han atribuido han acabado en agua de borrajas, incluido el coprotagonizado por la actriz Gwyneth Paltrow. Este año, sin embargo, Felipe ha reforzado el muro que aisla su vida privada del cotilleo.

DISCRETO ANONIMATO

Eva Sannum, por su parte, dejó su actividad de modelo y trabaja en una agencia de publicidad y hay que reconocerle la total y absoluta discreción con la que ha asumido su vuelta al anonimato. Con motivo del primer aniversario de la ruptura, Eva ha vuelto a tener a las puertas de su casa a un pequeño grupo de fotógrafos que han intentado, sin éxito, sacarle una palabra. Victoria Jounun, mamá de la joven, ha protagonizado unas escenas en las que se la puede ver barriendo y sacudiendo una manta. La señora asegura, según la revista Lecturas, que su hija Eva y el Príncipe siguen siendo amigos. Mejor.