A mi querido hermano en el primer aniversario de su partida, no me gusta decir de su muerte, pues es tanto el amor que te tenemos, es tanto lo que tú nos has dado, que jamás morirás para nosotros.

Aún siento ese sentimiento de enfado con Dios por haberte llevado tan joven con El, a la vez que le pido perdón por ello y le doy las gracias por haber puesto en nuestras vidas a una persona tan buena, con tantos valores y tan especial como tú.

Has tenido una vida plena, feliz, disfrutando con lo más insignificante, trabajando sin descanso, siempre pensando en los demás y sin pereza para ir en cualquier momento donde una persona te necesitaba, sin importar los kilómetros que hubiera de por medio. Has hecho tantas buenas obras en tu vida que nos sentimos orgullosos de ser tu familia.

Las personas que no te hayan conocido no podrán saber jamás lo que se han perdido, y las personas que lo han hecho saben que lo que digo es verdad.

Han sido tantas las muestras de dolor y sentimiento que hemos tenido tras tu partida que quiero agradecer a todos ellos todo lo que han hecho por nosotros, empezando por el Obispado de Coria-Cáceres, para el que no tenemos suficientes palabras de agradecimiento en nombre de Ricardo Mena Gómez y de toda su familia. Gracias de corazón.

También quiero agradecer en nombre de mi familia el cariño demostrado por los pueblos de Madridejos, Mejorada, Segurilla, Montesclaros y de Patrocinio en Talavera de la Reina y de tantas y tantas personas que en alguna ocasión se cruzaron en el camino de mi hermano, seguro que seguirás en el corazón de cada uno de ellos.

Amigo y familiar como nadie, te queremos Ricardo. Siempre estarás con nosotros.

M. del Prado Mena Gómez