La torta de La Serena se podrá sumar a partir de ahora al catálogo de productos o servicios etiquetados en braille que muestra en su página web la Organización Nacional de Ciegos (ONCE).

Queso de La Serena se ha convertido en la primera Denominación de Origen Protegida (DOP) de Extremadura que etiqueta sus productos en el lenguaje de los ciegos. La etiqueta fue presentada ayer en la sede de la ONCE de Badajoz.

Con esta iniciativa, el Consejo Regulador de la DOP pretende otorgarle un carácter de universalidad y de accesibilidad a sus productos. "Nos hemos acercado a las personas invidentes porque es un colectivo muy importante en España, que está muy bien organizado e informa a sus asociados de las nuevas cosas que aparecen en el mercado", según Faustino Gironza, presidente de la DOP Queso de la Serena.

La idea del Consejo Regulador es que todas las industrias que están amparadas por la DOP lleguen al mercado con esta identificación, junto al etiquetado oficialmente aprobado por las autoridades comunitarias. "Si esto supone un coste añadido para ellas lo asumirá el Consejo Regulador, porque nos interesa mucho que esta iniciativa cuaje", añadió.

De esta forma, entre 200.000 y 250.000 quesos que se producen al año bajo esta DOP llevarán la etiqueta en braille.

"Etiquetar estos quesos en nuestro idioma nos facilitará la vida en gran medida", según el presidente del Consejo Territorial de la ONCE, Casildo Brígido, quien recordó que "es un elemento normalizador que facilita la accesibilidad".

En su opinión, esta iniciativa "es muy importante para el día a día en casa, nos da autonomía, porque a los supermercados solemos ir acompañados y también podemos comprar por internet".

Cata a ciegas

Durante la presentación de la etiqueta se llevó a cabo una cata ciega de torta de la Serena en la que participaron 15 personas ciegas o con discapacidad visual, que tras probar los quesos cumplimentaron la ficha de cata oficial de esta denominación de origen hecha en braille.

Los participantes valoraron la textura, el grado de sal, el punto de acidez, el aroma y el sabor.

A las personas invidentes la información que se percibe por la vista les llega por otros sentidos, "el gusto es el tacto para nosotros, en esto podemos estar más dotados", afirmó Casildo Brígido.

Sin embargo, para María Fernanda González Bejarano, que participó en la cata, el oido también es un sentido muy necesario. Esta mujer, que perdió la vista hace 50 años, cuando tenía 27, el etiquetado en braille es un "acierto". Para ella, este lenguaje "es nuestra salvación. Por muchas cintas magnetofónicas que haya y muchas máquinas que inventen, el braille es nuestra salvación, es la base. Sin él estamos perdidos".