Marruecos y España han exculpado a la Guardia Civil de la muerte de Ypo Joe, el camerunés de 17 años que el domingo intentó, junto con otros 300 subsaharianos, introducirse en Melilla saltando la doble alambrada de la frontera. La autopsia del cadáver ha establecido que el africano murió a causa de la hemorragia interna que se originó al romperse el hígado del joven por un fuerte golpe.

Y ahí empiezan las divergencias, pues la autopsia, que ya ha sido remitida por las autoridades marroquís al Ministerio del Interior español, no establece cómo se produjo ese golpe.

La Guardia Civil reiteró que no tiene nada que ver con la muerte y aseguró que el traumatismo "pudo producirse por una caída". Un miembro de la ONG Médicos sin Fronteras que vio el cadáver afirmó que el pecho del cadáver tenía un hematoma característico de los impactos de las balas de caucho disparadas por los agentes antidisturbios a poca distancia.

Un testigo que pudo ver el cadáver con detalle relató a este diario que el cuerpo tenía el pecho y el estómago destrozado, además de numerosos traumatismos. El lunes, varios inmigrantes dijeron que la muerte se produjo a causa de los culatazos y los disparos de balas de caucho de los guardias fronterizos.

La Delegación del Gobierno en Melilla comunicó que no iba a iniciar ninguna investigación y se amparó en las pesquisas que está llevando a cabo la Gendarmería Real marroquí. Este es el cuerpo encargado de investigar el caso, pues el cadáver apareció en territorio marroquí al ser trasladado hasta la verja por un grupo de inmigrantes.

UNICO TESTIGO Por el momento, en un informe del instituto armado que recoge las primeras valoraciones de la Gendarmería Real, se concluye que no hay indicios determinantes para vincular a la Guardia Civil. Las autoridades marroquís creen que "la muerte del joven ha podido producirse por accidente o cualquier otro motivo, y no necesariamente en territorio español, ni junto al vallado" de Melilla.

Uno de los elementos que llevan a la Gendarmería a esta conclusión es que "la única circunstancia que relaciona esta muerte con la Guardia Civil es la declaración de un único testigo, un inmigrante subsahariano que afirma que acompañaba al fallecido". Este testigo dice que, tras superar la doble valla, un guardia disparó al fallecido tres veces con balas de caucho.

Un miembro de la Médicos Sin Fronteras que vio el cadáver del subsahariano en la morgue del hospital de Nador aseguró que presentaba "un hematoma circular a la altura del pecho".