El RACE recomienda -siempre que sea posible- no colocar las sillas infantiles en el asiento del copiloto, aún desactivando el airbag frontal del vehículo, ya que en caso de accidente hay un grave riesgo de impacto de la cabeza del niño contra el salpicadero.

El RACE, en colaboración con el fabricante de sistemas de retención infantil PLAY y la Asociación Española de Pediatría (AEP), ha realizado un estudio de impactos tanto frontales como laterales, que demuestra la peligrosidad del asiento delantero, escogido habitualmente en el caso de los niños más pequeños y en sentido contrario a la marcha.

Este puesto es especialmente peligroso si se activa el airbag, ya que el bebé es literalmente aplastado por la bolsa que se despliega en apenas unas milésimas de segundo y llega a rodear toda la sillita.

Además de las graves lesiones internas provocadas por el impacto, también hay altas probabilidades de abrasiones en la piel, por la fricción y la temperatura que generan los gases del airbag.

Por contra, los test han demostrado que los airbag laterales instalados en la parte trasera del vehículo son altamente eficaces y son un plus de seguridad para los ocupantes más pequeños.

Los airbag de cortinilla protegen el cuerpo del niño contra los golpes laterales y también de los cristales rotos de las ventanillas. El estudio recomienda además instalar la silla en el asiento central trasero, siempre y cuando el cinturón sea de tres puntos y no del "tipo avión", así como mantener al niño sentado en posición contraria a la marcha todo el tiempo que sea posible.

En el caso de los niños más mayores que ya no usan silla sino un asiento elevador, se aconseja que éste lleve respaldo, ya que el menor se encuentran más protegido de los impactos laterales y se evitan las abrasiones causadas por el propio cinturón al disponer de guías para las cintas.

También hay que agarrar bien aquellos objetos que puedan salir proyectados en caso de impacto y golpear a los viajeros, como navegadores GPS o aparatos de DVD.

Según datos de la DGT, durante el año 2007 en España fallecieron 108 niños menores de 14 años en accidentes de tráfico, de los cuales 71 fueron en carretera y 37 en zona urbana.

Esta cifra supone siete fallecidos menos con respecto a 2006, aunque en el último año se ha experimentado un ligero incremento en el número de niños fallecidos en el tramo de edad de cero a cinco años, que ha pasado de 9 a 13.

A pesar de que los sistemas de retención infantil reducen las lesiones en un 75 ciento y que los accidentes de tráfico siguen siendo la primera causa de muerte infantil, todavía hay un 20 por ciento de padres que no protegen a sus hijos.

El dato es todavía más preocupante entre aquellos conductores que tampoco se ponen el cinturón ellos mismos, ya que más de la mitad de sus hijos también viajan sueltos.

El último estudio de la Dirección General de Tráfico sobre la eficacia de los sistemas de retención infantil, arrojó que el 60 por ciento de los niños que murieron en un siniestro no usaban una silla específica para su edad.

Para dar la vuelta a esta situación, el RACE, PLAY y la Asociación Española de Pediatría han lanzado la III campaña "Te necesitan, ¡Protégeles!", que difundirá material didáctico y consejos de seguridad a través de comercios, 9.500 pediatras de toda España y la página de internet www.tenecesitanprotegeles.com.