Rafael Ricardi, quien ha permanecido encarcelado trece años tras ser condenado por un delito de violación que no cometió, lamentó ayer en Cádiz que nadie le haya llamado para pedirle perdón por el error judicial que le ha mantenido encarcelado desde 1996.

En una rueda de prensa, Ricardi dijo que todavía está "muy asustado y muy extrañado", ya que después de tanto tiempo todo es nuevo para él, por lo que explicó que aún tardará en acostumbrarse a su nueva vida.

Manifestó que lo que más le ha dolido es que por el momento, "y después de tantos años", nadie se haya puesto en contacto con él para disculparse.

Ricardi sostuvo que el error que ha cometido la justicia no está pagado con nada del mundo, en relación a la indemnización que se prevé que la familia solicite una vez que el Tribunal le conceda la libertad total.

Ricardi explicó que él lo ha pasado muy mal en la cárcel pero tuvo palabras de agradecimiento hacia su familia, ya que a su juicio, "también lo han pasado muy mal porque han sido señalados con el dedo cuando no debería haber sido así".