El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, se manifestó ayer con prudencia sobre el ciberataque global y rechazó especular sobre el origen de lo ocurrido, a la espera de tener más datos para hacer comentarios al respecto. «En este momento, sin tener datos encima de la mesa y sin estar absolutamente seguro de lo que digo, no quiero hacer ninguna suerte de afirmación», añadió.

La Red Nacional de Investigación en Ciberseguridad (RENIC) destacó ayer que la situación creada por el ciberataque mundial era «previsible» y que ya se había advertido sobre la dependencia de las empresas españolas de las Tecnologías de Información y las Comunicaciones (TIC).

Ante la inquietud por la difusión mundial del virus ransomwere WannaCrypt, la RENIC, integrada por 14 universidades españolas y 4 centros tecnológicos de investigación en el campo de la ciberseguridad, hizo público un comunicado que señala que dicha dependencia de las TIC hace a las empresas españolas «extremadamente vulnerables frente a agresiones a estas tecnologías». La Generalitat valenciana restauró ayer la conexión fiable a sitios concretos que utilizan las aplicaciones, después del corte de internet de manera preventiva en la administración autonómica por el ciberataque.

Telefónica, que sirve el sistema de internet al Instituto Catalán de la Salud, cuyos ordenadores en los ambulatorios dejaron de funcionar ayer, aseguró que la incidencia se debió a «un problema eléctrico en los servidores», que no tiene que ver con el ciberataque del viernes.

Varios ambulatorios confirmaron ayer que sus ordenadores no funcionaban y no se podían programar visitas ni acceder a los historiales médicos.