El vicepresidente primero del Gobierno, Mariano Rajoy, visitó el lunes el centro de control del vertido del petrolero Prestige en el Cantábrico instalado en el barco de la Armada Galicia , donde avisó de que aunque la gran mancha de fuel se aleja de la costa, "hay que estar preparado para todo".

El ministro explicó que la gran concentración de manchas que amenaza las costas estaba localizada a 170 kilómetros de Gijón, en su parte delantera, y a unos 120 kilómetros de Estaca de Bares. La mancha, situada a 333 kilómetros de las costas francesas y en la zona de salvamento de ese país, se desplazaba hacia arriba y al este y estaba previsto que continuara alejándose del litoral cantábrico mientras el viento sople del sur.

REFORZAR EL OPERATIVO

Pese a ello, el vicepresidente Mariano Rajoy subrayó la necesidad de "reforzar" el operativo de seguimiento y limpieza del vertido, porque el viento puede cambiar y porque "hay que prevenir para después no lamentar". El ministro evitó hacer predicciones sobre la evolución de la mancha porque "sería arriesgado".

La mancha de fue del Prestige está fragmentada y se compone de pequeñas concentraciones, aunque algunas alcanzan tres o cuatro metros de diámetro. Por este motivo, Rajoy subrayó que es más práctico recoger el fuel con pequeñas embarcaciones.