Galicia amaneció ayer de nuevo preocupada por las manchas de fuel que continúan en el mar y amenazan con seguir contaminando sus costas. Los helicópteros de vigilancia confirmaron por la mañana que había dos manchas en la zona donde se hundió el Prestige , tal y como insistían en afirmar las autoridades portuguesas. Pero no parecen ser tan graves como se creía.

Compareció para explicarlo el vicepresidente primero, Mariano Rajoy, que coordinó las operaciones de vigilancia y limpieza. "La mancha a la que aluden desde Portugal es la que se produjo al hundirse el buque, y apenas cuenta con un espesor de 10 milésimas de milímetro", aseguró.

Rajoy destacó que la mancha no parece amenazar a las Rías Bajas, y tranquilizó a los países vecinos al asegurar que es "muy difícil" que llegue a costas francesas o portuguesas. También recordó que sigue habiendo en el mar importantes cantidades de fuel a merced del viento.