Benedicto XVI nombró ayer 24 nuevos cardenales en una ceremonia en la que les llamó a que recuerden que en el seno de la Iglesia católica "nadie es dueño o patrón", y quien quiere ser primero deberá ser "esclavo y servidor de todos". Entre los nuevos purpurados se halla el arzobispo emérito castrense José Manuel Estepa Llaurens, jienense de 84 años.

En una jornada de lluvia torrencial, el Papa advirtió de que no hay que seguir "la lógica del dominio, del poder según los criterios humanos, sino la lógica de inclinarse para lavar los pies, la lógica del servicio, de la cruz". Joseph Ratzinger pronunció estas palabras justo antes de colocar a los elegidos el tradicional birrete rojo, una gorra cuadrangular que simboliza el compromiso de los cardenales con el Pontífice, y un día después de que se celebrara en el Vaticano una reunión de alto nivel sobre la crisis de la pederastia que afecta a la Iglesia.

POR VOCACION "Solo volviendo a la vocación original es posible entender la misión en la Iglesia como auténticos discípulos", les recalcó a los nuevos purpurados Benedicto XVI durante la celebración, que destacó por la inusual utilización de trompetas y cantos en el interior de la basílica de San Pedro. En el acto estaban presentes 5.000 fieles y familiares de los purpurados.

El colegio cardenalicio contará a partir de ahora con un total de 121 cardenales con derecho a voto, es decir, aquellos con menos de 80 años, que podrán ingresar en la Capilla Sixtina para elegir al sucesor de Ratzinger llegado el momento: 62 de Europa, 15 de EEUU y Canadá, 21 de América Latina, 12 de Africa, 10 de Asia y uno de Oceanía.