Una mujer de 46 años que se ha pasado los últimos 28 sin manos volverá a disponer de ellas tras someterse a un trasplante de ambas extremidades en el hospital La Fe de Valencia. Se trata del séptimo trasplante bilateral de antebrazos y manos que se realiza en el mundo, pero es el primero que recibe una mujer y también es la primera ocasión que se efectúa en España. Los seis anteriores eran hombres de Austria, Francia y China.

Alba, que perdió las manos por una explosión en una práctica de química en 1978, entró en el quirófano a las siete de la tarde del 30 de noviembre. El equipo de cirujanos de la Fundación Pedro Cavadas, especializada en reconstrucción de amputaciones, recibió el aviso de que existía una donante compatible en otra comunidad. Los médicos se desplazaron hasta allí para realizar la extracción mientras otro equipo preparaba a Alba en La Fe. A las 11 de la noche llegaron los miembros, "unas manos preciosas, de una mujer más joven y de raza similar" a la paciente, explicó Pedro Cavadas.

"Cuando llegan las piezas, se recortan las estructuras recíprocamente para que las longitudes sean las correctas. Se fijan los huesos con placas y tornillos. Se reparan con microscopio las arterias, venas y nervios. Se cierra la piel y se despierta a la paciente". Así resumió el médico la compleja intervención, que se prolongó hasta las seis de la mañana del 1 de diciembre. Alba dice sentirse "muy feliz, atravesando los pasos hacia otro mundo, a una vida totalmente diferente".

Unos pasos que han de dar sus frutos, según Cavadas, "en 10 o 12 días, con los primeros movimientos activos". Más largo, entre cinco y seis meses, será el camino para sentir el tacto o el calor. El trayecto final debe conducir a que Alba "sea independiente para realizar los tareas básicas de la vida, como vestirse o bañarse", un fin sin fecha prevista.

MEJOR QUE UNA PROTESIS En todo caso, "el trasplante logra mejores resultados que cualquier prótesis", dijo el cirujano, que pronosticó "un resultado brillante" a pesar de que "tras de 28 años sin manos, los tejidos están en peores condiciones" que tras una amputación más reciente. Como en cualquier otro trasplante, Alba deberá seguir toda la vida una estricta medicación. De hecho, los dos únicos fracasos de los 26 trasplantes hechos en el mundo, el primero en EEUU en 1998, se debieron a que dejaron el tratamiento.

Cavadas se dio a conocer en el 2004 gracias a su éxito en el reimplante de un brazo amputado. Tras fracasar en un primer intento por el mal estado de la zona del corte, deshizo el implante y salvó el miembro conectándolo a vasos sanguíneos de la ingle del paciente.