Tres generaciones de una misma dinastía unidas por su amor a las antigüedades... Y al contrabando. El abuelo, el padre y el hijo de una conocida familia de anticuarios de Sevilla han sido detenidos, junto a un marchante de arte húngaro, por un supuesto delito de contrabando de al menos medio centenar de piezas arqueológicas griegas y romanas procedentes de yacimientos expoliados que después trataban de legalizar. Algunas de ellas intentaron venderlas incluso al Museo Arqueológico Nacional por un millón de euros.

La operación Dionisos --nombre de una de las piezas de más valor-- comenzó a raíz de la operación Tertis contra el saqueo arqueológico del pasado febrero, que se saldó con 55 detenidos y más de 300.000 piezas intervenidas. La documentación decomisada puso a la Guardia Civil sobre la pista de la familia B., con tres tiendas de antigüedades, ante la sospecha de que participaran en el contrabando.

PIEZA EN EL ESCAPARATE // En el transcurso de la operación, el Museo Arqueológico Nacional se puso en contacto con la Guardia Civil para verificar la documentación de dos piezas que les habían ofrecido: un atleta desnudo y un Dioniso (dios griego del vino) a tamaño natural. Esta figura permanecía aún ayer en el escaparate dado que, por sus 200 kilos de peso, no había podido ser trasladada. La venta quedó frustrada ya que los agentes que seguían el caso comprobaron que las dos piezas estaban siendo investigadas ante la posibilidad de que fueran robadas y legalizadas con facturas falsas.

Así, la familia B. contactaba con el marchante húngaro, de 54 años y con una orden europea de detención y entrega desde la operación Tertis, que les facilitaba documentación falsa y una factura de compra con la que acudían al Ministerio de Cultura para lograr el permiso de importación. La pieza quedaba así "blanqueada" y se vendía en las ferias de arte de Europa.

Según su web, Antigüedades Clásicas Félix cuenta con 30 años de experiencia. Los españoles detenidos, C. B. C., de 74 años; F. B. F., de 47 años; y A. B. S., de 25 años, han quedado en libertad con cargos por expolio y contrabando tras declarar ante el Juzgado número 2 de Marchena (Sevilla), mientras que el marchante fue arrestado en Múnich (Alemania) y está previsto que hoy llegue a la capital hispalense para pasar a disposición judicial.