TTtodo lo que no me mata me hace más fuerte. Pero cada mañana el cruasán sabe a cenizas si no hay besos untados entre el zumo de naranja y la mantequilla. Los festivos al amanecer ojeo EL PERIODICO en la cama y extiendo los brazos buscando tu sombra insomne. El mundo chirría en mis oídos como una extraña música. La existencia se hace insoportable entre el humo del tráfico y tu adiós entre la niebla. ¿Es esto todo por lo que luchaba? ¿Qué hacer en este punto sin retorno?

A veces soñamos con que pasará algo que cambiará nuestro patético devenir entre la gente. Tan solos, tan errantes como un cometa maldito. Y atrás quedarán teatros en llamas, espectáculos en la primavera del mundo, ágapes de los que te sentías satisfecho sólo por ser invitado. ¡Qué miserable es el hombre! Todo eso se hace cenizas y acaba en arena.

De pronto, te despiertas y te das cuenta de que el espejo del lavabo confunde tu mirada. Y no eres ni la sombra de lo que quisiste ser. En ese preciso instante tomas consciencia de que eres adulto. Un día, ante ese cristal opaco que te devuelve la imagen de un viejo, no te reconoces. Son tus ojos, tus canas, tu rostro cansado. Pero no eres tú, sino una broma de mal gusto, el esperpento de ti mismo como en los espejos de feria. En ese instante te das cuenta de que la partida ya está perdida, que la vida es una condena que no redimen tus amigos. Eres adulto. Horriblemente adulto. Responsable para decidir tu destino incierto. Refrán: Cada día te haces mayor sin la sombra del amor .