La alcaldesa de Rubí, Carme García Lores, y la consejera de Interior, Montserrat Tura, se reunirán hoy para tratar de evitar nuevos enfrentamientos entre grupos de jóvenes ecuatorianos y marroquís en esta ciudad del Vall¨s Occidental, donde el pasado fin de semana un marroquí murió apuñalado y 10 personas fueron detenidas por causar altercados.

El ayuntamiento ordenó un aumento de la vigilancia policial en la plaza del Doctor Pearson, donde se produjo el crimen y donde está la estación en Rubí de Ferrocarriles de la Generalitat, así como en las zonas donde se mueven las bandas juveniles de inmigrantes de las dos nacionalidades, que mantienen enfrentamientos desde hace meses. Además, representantes municipales se reunieron ayer con varios miembros del colectivo marroquí y con vecinos del barrio de Les Torres para explicarles las medidas que se están tomando.

La policía ha intensificado la investigación por el asesinato de A. M., de 24 años. Agentes del Grupo de Homicidios se han desplazado a Rubí para trabajar sobre el terreno y desenvolverse en el mismo ámbito donde se mueven las dos bandas enfrentadas. A. M., falleció sobre las dos de la madrugada del domingo tras recibir 11 puñaladas en la zona infantil de la plaza.

UNA VENGANZA Fuentes policiales indicaron que el chico recibió además numerosas patadas y golpes por lo que los agentes sospechan que varias personas participaron en su homicidio. Una de las hipótesis barajadas es que pandilleros de los Detas, banda que está integrada por hijos de ecuatorianos, cogieron a A. M., cuando se quedó solo en la plaza y le lincharon en venganza por la agresión sufrida por un ecuatoriano 15 días antes.

Horas después del crimen, decenas de marroquís acudieron a la plaza y destrozaron mobiliario urbano. Al llegar los primeros coches de policía, los concentrados, indignados por el crimen, rompieron los cristales de varios coches patrulla. La alcaldesa de Rubí pidió refuerzos policiales a otros municipios de la comarca y a la Consejería de Interior, que envió dos furgonetas con mossos antidisturbios. Diez personas, cuatro de ellas menores, fueron detenidos por los incidentes, que ayer no se reprodujeron. El presidente de la Asociación Magrebí de Rubí, Mustafa Abah Tor, lamentó el crimen.