La Policía Nacional registró ayer una vivienda en Pontevedra en relación con el caso de Sonia Iglesias, desaparecida en agosto del 2010. Desde primera hora, un amplio dispositivo acudió con la presencia de la expareja de la mujer, que es propiedad de la familia de este hombre, del que siempre se sospechó, para buscar algún rastro.