Las medidas de seguridad que se están adoptando con motivo de la boda del príncipe y Letizia han llevado a las autoridades españolas a intensificar el control en la frontera que separa Ceuta de Marruecos. Según confirmó la delegación del Gobierno en esta ciudad autónoma, la Guardia Civil y la Policía Nacional llevan a cabo unos controles mucho más intensos en el puesto fronterizo de El Tarajal. No obstante, la delegación del Gobierno ya ha avanzado que la frontera no va a cerrarse con motivo de la boda.

Durante estos días, los agentes efectúan registros minuciosos a muchas de las personas que a pie o en coche atraviesan esa frontera. Las autoridades pretenden controlar mejor un paso fronterizo muy permeable al contrabando y al tráfico de hachís y coches robados, para que no sirva de puerta entrada a España a radicales islamistas que quieran perpetrar un atentado terrorista aprovechando el efecto amplificador de la boda real.

La frontera de Ceuta está en el punto de mira de las fuerzas de seguridad españolas porque la mayoría de los autores de los atentados del 11-M proceden de la región norteña de Marruecos colindante con esa ciudad autónoma. En esta ciudad fue detenido un marroquí acusado de tráfico de hachís que permitió financiar los atentados.