La secretaria de Estado de Inmigración, Consuelo Rumí, calcula que estará listo tras el verano el nuevo reglamento de extranjería que incluirá la regularización individualizada de los inmigrantes que demuestren que están ocupando un puesto de trabajo, es decir, que tienen arraigo laboral. Es la medida que ya anunció Rumí en su toma de posesión y que afectará a buena parte del millón de sin papeles que hoy viven en España, entre ellos los que protagonizaron el encierro de la catedral de Barcelona.

La regularización no será generalizada ni puntual. Será una nueva vía de acceso permanente a la legalidad para la que deberán cumplirse requisitos todavía no establecidos, pero que no serán "un coladero" como en ocasiones anteriores, subrayó en otro momento.