´TORREMOLINOS 73´

DIRECTOR: Pablo Berger. INTERPRETES: Javier Cámara, Candela Peña, Juan Diego, Malena Alterio. SALAS: Cáceres

Esta primera película de Pablo Berger, ganadora en el Festival de Cine de Málaga, es un terrible drama con tintes cómicos. Narra la historia de una pareja entrañable, la de Alfredo (Javier Cámara) y Carmen (Candela Peña) que se ve abocada a rodar películas pornográficas para poder subsistir. Luchan día tras día, también, por permanecer juntos. La publicidad de la película (el cartel, el título, los trailers) da una imagen engañosa de lo que es, en realidad, el drama de dos personas profundamente enamoradas que pelean también por cumplir sus objetivos en la vida (él, tener un futuro cómodo y ella, ser madre) en medio de aquella España color sepia, gris, cutre, plomiza, hipócrita magníficamente fotografiada por Kiko de la Rica.

Los dos protagonistas están magníficos y profundizan en los registros de la alegría, la comedia, la tristeza, la ternura, la rabia, la desesperación... con una habilidad encomiable que les coloca, si ya no lo estaban, en la primera línea de los intérpretes españoles. La película, además, posee la dificultad añadida de situar a los personajes en los límites de la miseria, de la dignidad. En este sentido son magníficas y perdurables en la memoria dos escenas.

La primera, cuando Carmen se ha enterado de que su marido es estéril y desata su rabia en una lucha con el volumen del televisor mientras Mocedades canta Eres tú ; la segunda, cuando Alfredo rompe a llorar terminando de rodar la última escena del guión que ha escrito en la que tiene que ver cómo su mujer, por vez primera, hace el amor con otro hombre para, al mismo tiempo, ser madre y acabar la película que él tanto desea.

En ambas, y en general en toda la película, además del talento de los intérpretes es fundamental el criterio con que rueda Berger: sabe dotar a los planos de su tiempo y su ritmo, y funde con acierto las imágenes con la música agridulce de aquella España (Tony Ronald, Fórmula V). Filme emotivo y sincero, coherente, bien estructurado, sólo alejado de la excelencia por algunos altibajos en el guión, merece ser disfrutado y ganará, con seguridad, más de un Goya.