Poco les ha durado la alegría a la gran mayoría de los mil inmigrantes llegados a Canarias en la ola de los pasados 12 y 13 mayo. Un total de 750 ya han sido devueltos a sus países de origen y el resto emprenderán el viaje de regreso esta misma semana, según explicó ayer el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, poco antes de intervenir en un mitin electoral en Vigo (Pontevedra). Los primeros grupos de repatriados estaban integrados por 250 marroquís, mauritanos y nacionales de Guinea-Bissau que fueron partiendo a lo largo de la semana pasada. El contingente más importante, formado por 600 senegaleses, viajó la noche del sábado tras obtener el beneplácito del Gobierno de su país, al que Rubalcaba agradeció la "ayuda" prestada. El Ejecutivo español cree que la mejor campaña publicitaria para disuadir a los subsaharianos de viajar en cayuco es demostrar que aunque la travesía sea un éxito esto tampoco les sirve de nada.