Un montañero sobrevivió tres días a la intemperie en el País Vascoos montañeros murieron en el Pirineo aragonés sepultados bajo una avalancha.

Rubén Ortega de 33 años, nacido en Barakaldo (Vizcaya) cayó en un hueco de 4 metros de profundidad cuando cumplía con la tradición del cresterío, que se realiza el primer día del año entre el monte Gorbea y el Aldamín. El intento de lanzar un cohete desde la cumbre le llevó a avanzar cuando las condiciones meteorológicas aconsejaban regresar. Tras muchas horas de búsqueda entre nieve y ventisca, los equipos de salvamento lo localizaron ayer por la mañana, con una costilla rota, entre otras heridas, y una ligera hipotermia.

Durante dos días, un equipo formado por 80 especialistas en montaña peinó el Gorbea, haciendo frente a una intensa lluvia y una espesa niebla. La familia no perdió la esperanza. Una amiga recordó durante la búsqueda que era un experto montañero que había hollado cumbres en los Pirineos y los Alpes, y de constitución fuerte: "Es un jabalí, seguro que está bien". Estaba en una grieta, a una profundidad de cuatro metros.

UN LAGO El mal tiempo, que ayer siguió reinando en el Pirineo aragonés, no impidió que la Guardia Civil rescatara los cuerpos sin vida de los dos montañeros de Albacete sepultados el 30 de diciembre por una avalancha de nieve mientras realizaban una travesía en el lago superior de Bachimaña, en Panticosa (Huesca). El cadáver del montañero de Cercedilla de 19 años, Matías M. C., sepultado el día 28 por un alud en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, seguía sin ser rescatado.