Un restaurante de Valencia se ha sumado a la "insumisión" a la ley antitabaco y desde ayer ha colocado un cartel en el que permite fumar a sus clientes, una decisión que, en poco más de 24 horas, le ha permitido recuperar una parte del 60 por ciento de la clientela que había perdido desde el pasado 2 de enero. Rodrigo Arroyo, propietario del bar-restaurante Rodrigo, ha declarado a Efe que la ley "es inoportuna en unos momentos de crisis económica como los actuales" y ha animado a otros propietarios a hacer lo mismo. La objeción del bar-restaurante Rodrigo de Valencia se suma a la de, al menos, otros dos establecimientos, uno en Castellón y otro en Málaga. Arroyo ha comentado que su establecimiento, situado en la calle Ceramista Ros, en el barrio de Tres Forques de Valencia, ha perdido el 60% de su clientela habitual desde que entró en vigor la ley antitabaco y que, para superar esta pérdida de ingresos, decidió poner un cartel permitiendo fumar a los clientes. Rodrigo ha recordado que hace un par de años destinó 35.000 euros en la reforma del local para habilitar una zona para fumadores, mediante la apertura de una nueva puerta e instalación de extractores, una inversión que, según asegura, "no ha servido para nada". Considera que la ley "no está bien puesta" por la situación de crisis económica que vive el país, y que el Gobierno tendría que haber esperado al menos dos años, cuando ya se hubiera recuperado, para ponerla en marcha. Es consciente de que la "insumisión" a la ley le puede acarrear una fuerte multa, "pero la recurriremos" afirma, para añadir: "si todos hiciésemos lo mismo no pasaría nada". Tras recordar que no es el primer bar en oponerse a la ley, asegura que todavía no ha recibido ninguna inspección, ya que tanto ayer como hoy son festivos en Valencia. "Igual vienen el lunes", dice. De momento, Rodrigo Arroyo asegura que, tras poner el cartel, la clientela ha aumentado: "ahora vienen, fuman, toman copas y hacen tertulias", lo que supone realizar una mejor caja, afirma.