Ya en los últimos años del pontificado de Juan Pablo II, el seno de la Iglesia católica empezó una discusión sobre la validez de la tesis de origen medieval que coloca en el limbo a los niños que mueren sin ser bautizados (con la culpa del pecado original). Con Benedicto XVI, el debate sigue abierto, como lo demuestra que la Comisión Teológica Internacional retomara ayer la reflexión sobre la eliminación de ese lugar sin tormentos pero alejado de Dios. La intención del encuentro es consensuar un proyecto de documento sobre el asunto.

Otros de los temas que se analizarán serán la identidad de la naturaleza y los fundamentos de la ley moral natural. Este último tema fue considerado del "máximo interés" por Kharol Wojtila, que en el 2004 ordenó la creación de una comisión de estudios, que fue dirigida unos meses por Joseph Ratzinger.