El ministro francés de Sanidad, Philippe Douste-Blazy, convocó ayer una reunión de crisis sobre la seguridad en los hospitales, tras el atroz asesinato de dos enfermeras en un centro psiquiátrico del suroeste del país.

Una enfermera fue decapitada y otra acuchillada en el cuello anoche en el hospital psiquiátrico de Pau, en un crimen por el que cinco hombres han sido arrestados, entre ellos uno que había sido internado de oficio y que dado de alta el lunes pasado.

Los otros cuatro son marginales, de edades comprendidas entre 29 y 40 años, fichados por la policía por sus problemas ligados a su alcoholismo. Los cadáveres de las dos sanitarias, una enfermera y la otra ayudante sanitaria que hacían guardia nocturna, fueron por la hallados en una sala de descanso.