Nadie a quien le roben una partida de droga acudirá a denunciarlo a la policía. Lo más probable es que intente localizar al ladrón y, si da con él, le castigue: la mayoría de veces, matándolo. Esa es una de las líneas de investigación que los Mossos d´Esquadra siguen para aclarar la muerte de Hristo Vasilev, un mafioso búlgaro tiroteado en la localidad barcelonesa de Sant Joan Despí el 20 de mayo y que se cree que fue asesinado por una banda de narcos a los que había robado un alijo de droga.

Narcos que atracan a narcos. La expresión puede sorprender. Sin embargo, en el mundo del crimen organizado, perro sí come perro. Los códigos de honor mafiosos han quedado para las películas y las novelas. La realidad es muy distinta.

Ajustes de cuentas como el de Vasilev e investigaciones policiales han puesto al descubierto el aumento de atracos entre narcos, en que unas bandas arrebatan a otras partidas de droga para luego revenderla. El fenómeno ha crecido tanto que los policías ya han bautizado como "vuelcos" a esos robos.

En los últimos dos meses, el Cuerpo Nacional de Policía (CNP) ha desmantelado cuatro grupos criminales especializados en los robos a otras bandas. Dos de ellos han caído esta semana y se hacían pasar por policías para detener a los narcos rivales y quitarles la droga. Otra banda desmantelada en las Canarias usaba como cebo a mujeres que seducían a los miembros de la banda rival y los atraían a pisos donde eran secuestrados hasta que les daban la droga.

CRUCEROS En abril, el CNP desmanteló una banda de narcotraficantes españoles que, además de introducir droga desde Suramérica a España en cruceros de lujo, se había especializado también en robar a otras bandas que traficaban con drogas.

Su método también consistía en secuestrar a narcos rivales. Fuentes del Ministerio del Interior expertas en tráfico de drogas confirman ese incremento. "Los ladrones suelen ser grupos que quieren empezar a traficar pero que carecen de dinero para financiarse un envío de droga desde Suramérica. Tiran por derecho: localizan a unos narcos y les roban la droga para revenderla", cuentan esas fuentes.

Ya hay incluso bandas de ladrones de casas que han cambiado de actividad y han pasado a dedicarse en exclusiva a los vuelcos. "Saben que nadie va a ir a la policía a decir que le han robado 20 kilos de cocaína", cuentan esas fuentes, que alertan de que el fenómeno lleva aparejado un aumento de la violencia.

"No es lo mismo robar a una persona normal que a un narcotraficante armado", dicen. "Por eso usan armas mucho más contundentes", cuentan esas fuentes, que recuerdan la banda de ladrones de narcos desmantelada en la operación Tamaral. Se les incautaron un subfusil Uzi, una metralleta Marietta y balas con la punta cortada.