TEtl romanticismo ya no es lo que era, según Adamo . No sé que concepto tendrá este hombre de lo romántico, pero creo que con la palabra romántico pasa como con la coleta de Miguel Bosé , que en un principio fue cosa de señoritos lilas y que tuvo su gracia hasta que acabó imitándolo hasta el carnicero de la esquina. Claro que para entonces ya hacía mucho que el Bosé se había cortado la coleta.

En realidad, el romanticismo fue un movimiento cultural que duró una década larga, aunque sus frutos más bastardos siguen apestando el presente: a saber, la novela histórica, el escritor aprensivo y el político nacionalista. La novela histórica es como la plaga de los sapos de Egipto, que no hay quien los trague. Respecto del escritor aprensivo ya dijo Julio Camba que eran el mayor engendro de nuestra literatura, "enfermos de enfermedades imaginarias que, siendo perfectamente tontos, se creen atacados de genialidad". Pero es, con todo, el político nacionalista el que más estragos causa, aunque haya sustituido el viejo grito de "liberalismo o muerte" por el de "socialismo o muerte", como Hugo Chávez , o por "Ikurriña o muerte", como los terroristas vascos. Pero es que cuando ellos hablan de muerte no se refieren a la muerte suicida del viejo romántico, sino preferiblemente a la del otro, el que no les baile el agua. Entre estos antecedentes y las campañas publicitarias navideñas que relacionan romanticismo con el nombre de un perfume o un coche, lo romántico ha tocado fondo para convertirse en un insulto. Y puestos a insultar, yo casi prefiero que me llamen gilipollas directamente.