Son retratos, pero en lugar del rostro, el primer plano es para las manos, sueltas o enlazadas a través de un gesto que sintoniza con el gesto de la cara. Ese es el enfoque de las fotografías de Moisés Fernández Acosta (Huelva, 1979), que expone desde ayer en la sala Vaquero Poblador de Badajoz la muestra Retratos de primera mano , compuesta por 37 imágenes de personajes conocidos y anónimos.

En las fotografías, todas en blanco y negro, tomadas con un angular y sin retoques por ordenador, según asegura su autor, los personajes hablan con la mirada y sobre todo con las manos. La cantante Bebe enseña las uñas, Soraya Arnelas posa en actitud de súplica y Roberto Enríquez aparece desafiante conservando aún la coleta de su Viriato de Hispania . El único desnudo, aunque púdico, es el de la actriz Nathalie Seseña. También aparecen los humoristas Guillermo Summers, Miguel Caiceo y Millán Salcedo o, barriendo para casa, la presentadora de Canal Extremadura Sara Solomando, que estuvo en la presentación de la exposición.

Aunque a Badajoz han llegado 37 fotografías, la serie realmente engloba 60 y en función del espacio disponible se seleccionan. Su autor reconoce la "peculiaridad" de esta exposición porque "no es una obra cerrada" pues Moisés Fernández lleva 4 años haciendo estos retratos, una actividad que se toma "en plan diversión, los viernes por la tarde, para echar un rato olvidando los problemas".

Siempre que expone incorpora nuevas obras que tengan que ver con la ciudad para atraer al público, "pues siempre nos gusta más que haya alguien de los nuestros, que conocemos". En concreto, para la exposición de Badajoz han posado, por ejemplo, el actor cacereño Alberto Amarilla. La mayoría de sus protagonistas son gente famosa, pero para el artista, son ante todo "sus amigos" porque por su trabajo en publicidad conoce a muchos nombres relacionadas con el cine y el teatro.

Cada retrato aparece con un gesto manual distinto. Es fruto de la casualidad, según su autor, quien asegura que no prepara nada previamente, solo exige a sus modelos, cuando son rostros conocidos, "que dejen a sus personajes en casa". Así, si a Millán Salcedo se le conoce por su actitud cómica, se trata de una persona bastante seria en su vida privada. "Vas probando y siempre acaba apareciendo un gesto con el que ellos se sienten a gusto y que a mí me gusta".

Entre los planes inmediatos, la exposición va a pasar por Olivenza, Portugal, la han solicitado en Berlín y está en proyecto llevarla a Chicago.

La idea de la serie surgió "de un modo muy tonto" en un viaje que a Nueva York y como no domina el inglés, se dio cuenta de que "probablemente el único lenguaje común en todos los lugares del mundo son las manos".