Si el cardenal Rouco hace valer su autoridad sobre una asamblea que mayormente secunda sus planteamientos, una posibilidad que no puede descartarse, lo más probable es que los obispos opten por situar en la vicepresidencia a uno de los representantes de la sensibilidad derrotada, el ala moderada. El cardenal de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, se convertiría en el mejor colocado para ser el número dos, según fuentes próximas al episcopado. Rouco está próximo a los 72 años, o sea que esta es su última oportunidad antes de jubilarse para volver a liderar la conferencia que dirigió con mano de hierro de 1999 al 2005.