Antonio María Rouco Varela dijo ayer a los obispos de España que hay que poner más "cuidado y medios" para "prevenir y corregir" los casos de pederastia entre los sacerdotes, que los abusos resultan "intolerables" y que en toda esta crisis, una de las más graves de la Iglesia católica, no tiene ninguna responsabilidad Benedicto XVI, quien cumplió ayer un lustro en la silla de Pedro criticado por su gestión de los escándalos.

Fue el del presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE) un discurso esperado y solicitado --pues hasta ahora el arzobispo de Madrid no había dicho nada sobre este tema--, e incluso valiente viniendo de quien viene y tratándose de lo que se trata. Un discurso alejado de las posturas de otros miembros de la jerarquía eclesiástica, que dicen que la ola de casos se debe a una supuesta campaña mediática-

Las palabras de Rouco en un espacio tan significativo como la inauguración de la asamblea plenaria del episcopado están en sintonía con las de Joseph Ratzinger, que la semana pasada también rompió su silencio y pidió "penitencia". "Nos duelen en el alma los graves pecados y delitos cometidos por algunos hermanos en el sacerdocio y religiosos", declaró. "Deben responder de sus actos ante Dios y ante la justicia humana. Nosotros, como otros episcopados, hemos puesto y, según las necesidades, pondremos con más cuidado los medios adecuados para prevenir y corregir casos de este tipo".

LA DEFENSA Hubo un cerrado aplauso en la sala cuando recordó el quinto aniversario del papado de Benedicto XVI, a quien se le acusa de no hacer nada frente a los abusos y de proteger a algún cura denunciado enviándolo a otra parroquia, cuando estaba al frente de la diócesis de Múnich y de la Doctrina de la Fe. Después habló el nuncio del Vaticano en España.