El cardenal y arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco, ha sido elegido nuevo presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE) para un período de tres años, confirmaron esta mañana fuentes oficiales de la CEE. Antonio María Rouco, que en las votaciones de sondeo realizadas en la tarde de ayer había obtenido prácticamente un empate técnico con el hasta ahora presidente, el obispo de Bilbao, Ricardo Blázquez, según las primeras estimaciones, fue elegido mayoritariamente nuevo presidente en la votación iniciada a las 10.00 horas de esta mañana.

Con el resultado de estas elecciones, la Conferencia Episcopal ha roto con una tradición no escrita, según la cual el presidente venía siendo elegido para un segundo mandato. Rouco, que perdió hace tres años por un sólo voto de diferencia la presidencia (requería mayoría absoluta) para un tercer trienio, ha apostado en los últimos meses por volver a hacerse con la presidencia de la asamblea de los obispos, apoyado por el sector más conservador de la Iglesia en España que plantea una oposición más firme a las reformas legislativas emprendidas por el presidente del Gobierno, Jose Luis Rodríguez Zapatero.

Blázquez, que en su discurso de ayer reiteró una llamada a la comunión frente a los individualismos en la Conferencia Episcopal, y abogó por el diálogo como vía para resolver los conflictos políticos en clara alusión a las relaciones Iglesia-Estado, había venido actuando con un "perfil poco combativo y de escasa visibilidad" al frente de la CEE, según la opinión generalizada en la Casa de la Iglesia.

El perfilEl cardenal Antonio María Rouco Varela nació el 20 de agosto de 1936 en Villalba (Lugo), desarrolló sus estudios sacerdotales en el Seminario de Mondoñedo y fue ordenado sacerdote en marzo de 1959 en la Catedral Vieja de Salamanca. Ese mismo año se trasladó a Munich para profundizar en sus estudios de Derecho y Teología y en julio de 1964 se doctoró con la tesis Iglesia y Estado en la España del siglo XVI. A su vuelta de la ciudad alemana, ejerció como profesor de Teología Fundamental y Derecho Canónico en el Seminario de Mondoñedo. No obstante, en 1966 regresó a Alemania para continuar con su labor docente hasta 1969 en el Instituto de Derecho Canónico de la Universidad de Munich. Durante su permanencia en esta ciudad, desarrolló una intensa actividad pastoral en las parroquias de San Rafael y San Ansgar. De nuevo en España, impartió Derecho Público Eclesiástico en la Universidad Pontificia de Salamanca (UPS), de la cual fue nombrado vicerector en 1972. En estas fechas fue también el consiliario de la Asociación Católica Nacional de Propagandistas (AcdP) y desde 1973 es consultor de la Sagrada Congregación para el Clero. En septiembre de 1976, el Papa Pablo VI le nombró obispo auxiliar de Santiago de Compostela.. Durante estos años colaboró estrechamente con monsenor Suquía, siendo una época fructífera que tuvo como culmen la visita de Juan Pablo II a la diócesis, según precisó el Arzobispado de Madrid. Ocho años después, en 1984, tomó posesión de la Archidiócesis compostelana, siendo el mismo nuncio apostólico, monseñor Antonio Inocenti, quien le impuso el Sagrado Palio en la fiesta del Apóstol Santiago ese mismo año. Monseñor Rouco ha sabido simultanear su cargo como arzobispo de Santiago con muchas otras tareas, como la de ser miembro de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Española desde 1984, y del Comité Ejecutivo desde 1993; presidente de la Comisión Episcopal de Seminarios y Universidades; entre otros muchos. El 28 de julio de 1994, Juan Pablo II, le nombró arzobispo de Madrid sustituyendo así al cardenal Ángel Suquía. Rouco Varela es miembro de la Asociación Internacional de Derecho Canónico y de la Asociación Española de Canonistas. En la Conferencia Episcopal Española, además de su pertenencia a la Comisión Permanente y al Comité Ejecutivo, es presidente de la Junta de Asesores Jurídicos y ha sido miembro de la Comisión Episcopal de Enseñanza y Catequesis, entre 1981 y 1989. Rouco Varela es, además, autor de numerosos libros y trabajos científicos en revistas españolas y extranjeras, sobre temas relativos a la fundamentación teológica del Derecho Canónico y a los problemas de las relaciones Iglesia y Estado. En 1998, fue elegido Académico Numerario de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas. El 21 de febrero de 1998, el Papa Juan Pablo II, le creó cardenal de la Iglesia Católica en un acto litúrgico celebrado en la Plaza de San Pedro de Roma junto con otros diecinueve cardenales. También recibió la titularidad de la iglesia romana de 'San Lorenzo en Dámaso'.