El vicepresidente primero y portavoz del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha asegurado que la huelga salvaje de los controladores "tendrá consecuencias" y promete que el Ejecutivo tomará medidas "con firmeza y determinación" para que una situación como el caos desatado en los aeropuertos "no vuelva a suceder".

El vicepresidente calcula en 48 horas el tiempo necesario para recuperar completamente la normalidad, después de que se haya reabierto el espacio aéreo y "el 90% de los controladores" hayan vuelto a sus puestos.

Rubalcaba ha afirmado esta noche en rueda de prensa que el estado de alarma, que el Gobierno ha decretado hoy en un Consejo de Ministros extraordinario por primera vez en la democracia, tendrá una vigencia de 15 días pero que podría prolongarse por más tiempo "si el Gobierno solicita la correspondiente autorización al Congreso de los Diputados". El portavoz pedirá comparecer en el Congreso para explicar la situación.

Según el portavoz del Ejecutivo, "habrá consecuencias para una acción irresponsable, inexplicable y muy dañina" por parte de los controladores. "El Gobierno ha cumplido con su deber haciendo que se cumpla la ley e impidiendo que se vean menoscabados los intereses generales", ha afirmado.

Y ha sostenido que, ante las amenazas de nuevos paros que habían hecho los sindicatos UGT, CCOO, USO e incluso el sindicato de pilotos SEPLA, "no habrá problemas en los aeropuertos ni en navidades ni después de las navidades".