Tras el regreso exitoso desde la Estación Espacial Internacional del español Pedro Duque, el ruso Yuri Malenchenko y el estadounidense Edward Lu, la pregunta clave que queda en el aire es quién apretó los botones que encendieron antes de tiempo los propulsores del transbordador ruso Soyuz TMA-2. La Agencia Espacial Rusa (Rosaviakosmos) se negó ayer a identificar al culpable del inexplicable error, al decir que lo hará tras una "investigación detallada".

"Las consecuencias no han sido graves", explicó el portavoz de la Rosaviakosmos, Serguei Gorbunov. Según el número dos del consorcio aeroespacial ruso Energuia, Valeri Riumin, "no se impondrá ninguna sanción a los tripulantes por lo ocurrido". "No recuerdo ninguna situación en la que los astronautas hayan sido castigados", dijo.

El Centro de Control de Vuelos ruso informó el martes de "un importante error humano", poco antes del desenganche.