La autopista A-8, que pasa por Guipuzcua, suele ser escenario de múltiples controles policiales al tratarse de una de las rutas más utilizadas para hacer llegar a Francia la droga adquirida en Africa. Entre los ejemplos más recientes, el 23 de diciembre pasado tres ciudadanos franceses fueron detenidos en la localidad vizcaína de Iurreta en tres coches de lujo cargados con 51 kilos de hachís.

Dos días antes, otras tres personas fueron detenidas en el mismo sitio con 390 kilos de hachís, cuyo valor en el mercado hubiera ascendido a 1,7 millones de euros. El 2 de abril, la Guardia Civil y la Ertzaintza se incautaban de una tonelada de hachís después de que dos turismos que transportaban la droga embistieran contra el control policial. En aquella ocasión, una persona fue detenida y otras tres se fugaron.