Ryanair, la aerolínea de bajo coste irlandesa, vive una crisis que recuerda a la que sufrió Vueling en el verano del 2016 y que, cómo no, la están pagando sus pasajeros. La aerolínea ha decidido cancelar entre 40 y 50 vuelos al día en toda su red europea durante las próximas seis semanas para «recuperar la puntualidad», unas cancelaciones que afectan a miles de pasajeros todos los días. Las supresiones de vuelos también afectan al aeropuerto de Barcelona: cada día hay entre cuatro y cinco vuelos afectados, lo que representa alrededor del 8% de los vuelos de la empresa en el aeródromo catalán.

La compañía anunció la medida el pasado sábado, y las cancelaciones empezaron ese mismo día. Ryanair achacó a las huelgas de controladores aéreos, el mal tiempo y las vacaciones de pilotos y personal de cabina una caída de la puntualidad por debajo del 80%, lo que les llevó a actuar para «recuperar la puntualidad». Y esa actuación se ha resuelto cancelando casi medio centenar de vuelos todos los días. Cada jornada se verán afectados más de 7.000 pasajeros en toda Europa, alrededor del 2% del total de viajeros de la aerolínea. En Barcelona, sin embargo, ese porcentaje sube, pues los entre cuatro y cinco vuelos diarios cancelados (además de los correspondientes vuelos de vuelta) son alrededor del 8% del total de su operativa. Las cancelaciones afectan a rutas desde Barcelona a Fez, Eivissa, Bruselas, París o Londres, entre otros destinos.

Además de las razones dadas por la compañía, en la prensa irlandesa se apunta a otro motivo: la compañía está sufriendo una fuga de pilotos. Desde principios de año, 140 pilotos han dejado la aerolínea irlandesa y han pasado a trabajar para Norwegian, confirmó la aerolínea escandinava. No serían los únicos que han dado este salto, en un momento en que las compañías de todo el mundo buscan ampliar sus plantillas con pilotos.

De hecho, Norwegian abrirá una nueva base en Dublín (sede de Ryanair), donde incorporará 40 nuevos pilotos. Ryanair, mientras, está ofreciendo a nuevos pilotos una prima por firma de contrato de 10.000 euros.