EL TEMPLO catalán se abrirá al culto a finales del 2008, una vez terminen las obras de cubrimiento de la nave central y lo autorice el arzobispado de Barcelona, explicó ayer en rueda de prensa el presidente-delegado del Patronato de la junta constructora, Joan Rigol. Durante la tradicional visita anual de obras al templo expiatorio diseñado por Antonio Gaudí, y coincidiendo con la jornada de puertas abiertas del domingo, comentó que la idea del Patronato es que afirme su "catolicidad ecuménica" y que, una vez acabado el proyecto en su totalidad, "no sea sólo un templo ni sólo un objeto turístico". EFE