UN GRUPO de 65 personas (biólogos y voluntarios) salvaron ayer a 11 ballenas varadas en una playa de Tasmania, pero fallaron en devolver al mar a otros 53 ejemplares hallados junto con ellas, que murieron en la arena. "Trasladamos a 12 de las ballenas piloto (también conocidas como calderón común) desde la playa de Anthony, donde fueron halladas ayer, hasta la de Godfrey, a 17 kilómetros de distancia", informó el jefe del Servicio de Parques y Fauna de la costa oeste de Tasmania, Chris Arthur. Los biólogos han colocado chips de seguimiento en algunos de los cetáceos. EFE