Sangre del cordón umbilical de la infanta Leonor de Borbón, hija de los príncipes de Asturias, se guarda congelada a 196 grados bajo cero en un banco de sangre de Tucson (Arizona), comunicó ayer la Casa Real. El objetivo teórico de esa medida es poder utilizar, en un futuro, las células madre que contiene la sangre umbilical para desarrollar tejido con el que tratar a la donante, opción que en la actualidad es una hipótesis científica sujeta a múltiples incógnitas. La sangre voló a EEUU el día que nació, el 31 de octubre del 2005.

Una directiva de la UE, que el Ministerio de Sanidad tiene previsto incorporar en abril a la normativa española, desaconseja la autorización de bancos con sangre de cordón umbilical para uso exclusivo de sus titulares. En caso de que algún país los autorice, la UE disuade de forma rotunda su financiación pública.

"Esa directiva comunitaria se apoya en que no existe una evidencia científica que justifique la eficacia de los bancos de sangre de cordón umbilical para uso autólogo del titular" aseguró ayer Roser Deulofeu, directora de la Organización Catalana de Trasplantes.

Por esa misma razón, y por la escasa utilidad de la sangre umbilical para tratar a su propietario de una enfermedad hematológica, el Ministerio de Sanidad se ha resistido hasta ahora a autorizar la existencia de bancos, públicos y privados, que guarden esas células para uso de su titular. La Organización Nacional de Trasplantes (ONT) incluso planteó en su última reunión la necesidad de que se prohíba enviar esas células a bancos de sangre del extranjero.

"Desde 1996, las leyes españolas prohíben exportar tejido humano y cuando la sangre umbilical se emplea para trasplantar sus células progenitoras ejerce la función de un tejido --afirmó Deulofeu--. No obstante, esa sangre se puede exportar si se pide autorización a Sanidad".

En la actualidad, la sangre de cordón umbilical es eficaz para tratar enfermedades hematológicas graves, y su tratamiento se nutre de los bancos públicos de cordón umbilical que existen en seis ciudades españolas, el mayor de ellos en Cataluña. La alteración sanguínea más común, no obstante, es la leucemia hereditaria que, lógicamente, no podría tratarse con la sangre umbilical del afectado.

POCOS CASOS "En la práctica, la posibilidad de que un niño desarrolle una enfermedad hemática que se pueda tratar con sangre de su cordón umbilical se reduce a uno de cada 20.000 casos --afirmó ayer la bióloga Anna Veiga, directora del banco de células madre de Centro de Medicina Regenerativa de Barcelona--. Quienes ofrecen almacenar la sangre de un bebé para uso propio lo hacen pensando en que, en un futuro, se pudiera generar con ella otro tipo de tejido. No se sabe si eso será posible".

El director de la ONT, Rafael Matesanz, también es contrario a la existencia de bancos de sangre umbilical para uso del niño donante. "Los promotores de esa idea venden una ilusión que no se asienta en la ciencia: esa conservación no sirve de nada en estos momentos", afirmó.