´EL ULTIMO SAMURAI´

DIRECTOR: Edward Zwick. INTERPRETES: Tom Cruise. SALAS: Cáceres, Plasencia, Badajoz, Mérida, Don Benito.

A Tom Cruise se le están agotando las ideas respecto a cómo poder llegar a la entrega anual de los Oscar con posibilidades de ganar la estatuilla al mejor actor protagonista. En El último samurai , filme concebido y realizado a mayor gloria suya, hace prácticamente de todo: grita, llora, corre, ríe, lucha con la espada, monta a caballo, se viste de samurai, enseña de nuevo su torso desnudo, balbucea japonés... Uno de los grandes problemas de esta película de Edward Zwick es, precisamente, que tras dos horas y media de presencia constante del rostro de Tom Cruise en pantalla, poco o nada llega el espectador a conocer de la psicología, los sentimientos y las motivaciones del personaje que interpreta.

Pero, además, son muchos los defectos del filme: el escaso rigor en el montaje convierte a las escenas de acción en un conjunto de planos amalgamados entre los que es complicado distinguir acción alguna, un rutinario y vulgar clasicismo en la puesta en escena y una preeminencia en el trabajo de la banda sonora respecto al trabajo con la imagen.

Respecto a su contenido, quizá podemos hallar un atisbo de sensibilidad en el tratamiento del tema del honor, la lealtad a los principios, el intercambio cultural y la amistad.

INCAPACIDAD El sentido maniqueo del discurso y la incapacidad de los guionistas para profundizar en el mismo impiden que el tema adquiera entidad alguna. Del mismo modo, resulta chirriante el tratamiento tópico de la cultura japonesa y la facilona crítica al espíritu capitalista del pueblo estadounidense.

Por lo demás, tanto el enfrentamiento de Nathan con el general del ejército norteamericano como la historia de amor que vive con una muchacha japonesa están tratados superficialmente, sin rigor y escasa sensibilidad. Si alguien recuerda la obra esteticista e irritante de Jean Jacques Annaud, Siete años en el Tibet , puede hacerse una idea de cómo está construida esta mala película, sustituyendo el rostro de Brad Pitt por el de Cruise y la cultura tibetana por la nipona.