La biografía definitiva del desaparecido científico español Severo Ochoa, que la revista Tiempo avanza en su número de esta semana, desmiente el romance apuntado por la veterana actriz y cantante Sara Montiel (en la foto, ambos en enero de 1991, en un homenaje a la artista manchega en Madrid). Montiel aseguró tal relación en su autobiografía, aunque fueron muchas las dudas sobre su credibilidad o memoria.

Según ella, habían mantenido un idilio "apasionado, violento, destructivo e inolvidable". El biógrafo de Severo Ochoa, Marino Gómez-Santos, desmonta lo que para él sólo fue "un delirio de la actriz".

Severo Ochoa confió al periodista Gómez-Santos la redacción de sus memorias. En ellas se evapora el supuesto idilio que Sara Montiel, en uno de sus intentos de mantener el protagonismo de antaño, se atribuyó con el Nobel de Medicina. Para Gómez-Santos, Saritísima no era ni siquiera su amiga. Simplemente era "una saludada en los cócteles".

En las memorias, la revista Tiempo recoge en parte los encuentros que ambos mantuvieron, y que no fueron más allá de lo cortés y de lo que marcan las pautas de las convenciones sociales. Severo Ochoa no tuvo más amor que el de su esposa, Carmen Covián, y para Gómez-Santos, el supuesto romance con Sara fue debido "al delirio patético de anciana que se sirvió de él para promocionar un libelo infame".

El periodista y amigo personal de Severo Ochoa desmonta con argumentos este "romance de cinco años", según la actriz manchega. Para Gómez-Santos, Sara comete tres errores de bulto, puesto que en las supuestas fechas de la aventura sentimental, el científico asturiano estaba plenamente dedicado a sus investigaciones científicas sobre el ácido ribonucleico.

Las memorias de Severo Ochoa ofrecen una aventura abierta a las intimidades de este personaje tan desconocido para gran parte de los españoles.

EL IDILIO DE RICHARD BURTON

Otro libro de próxima publicación desvela, en cambio, un romance hasta ahora secreto. El desaparecido actor galés Richard Burton mantuvo un idilio con una colegiala de 14 años en la década de los 50, mientras estaba casado con su primera mujer, según relata la adolescente, Rosemary Kingsland. "Yo tenía 13 años, pero nuestro romance no empezó hasta que tuve 14", ha declarado Rosemary al periódico The Sunday Times, ante la publicación, el próximo julio, del volumen en el que explica su relación amorosa con uno de los grandes actores británicos, conocido por sus dotes como conquistador.

Esa historia de amor se ha mantenido en secreto durante 50 años, ya que la desconocían los biógrafos del actor, aunque ninguno ha mostrado una excesiva extrañeza por el desbordado interés de Burton por las mujeres. "Me daba mucha vergüenza contarlo, pero ahora quiero que se sepa la verdad y no me importa lo que la gente diga de mí", señaló la mujer.