Las regularizaciones masivas de inmigrantes deben quedar proscritas dentro de los países de la UE. Esta es la radical propuesta que formulará hoy el ministro del Interior francés, Nicolás Sarkozy, en la reunión que mantendrán en Madrid los ocho países mediterráneos de la Unión (Francia, España, Italia, Portugal, Malta, Grecia, Chipre y Eslovenia) para tratar el problema de la inmigración.

Según reveló ayer el diario vespertino Le Monde , Sarkozy planteará a sus homólogos llevar a cabo una reforma radical de la política europea de inmigración mediante estrictas reglas de admisión gestionadas por consulados comunes. A juicio del ministro francés, la incesante oleada de cayucos que invade la costa canaria es el resultado de la regularización masiva de inmigrantes llevada a cabo por el Gobierno español. Esta opinión, expresada el pasado 8 de septiembre en Bruselas, le ha valido una dura respuesta por parte del presidente José Luis Rodríguez Zapatero, quien ya le ha advertido de que no está en condiciones de dar lecciones cuando los disturbios del 2005 en la banlieu de París son consecuencia de su política de inmigración. Ojo por ojo. Con este tenso telón de fondo, España y Francia confrontarán hoy sus planes para afrontar la llegada de emigrantes.