El presidente francés, Nicolas Sarkozy, viaja hoy por sorpresa a Yamena para tratar con su homólogo chadiano, Idriss Deby, la situación de los 16 europeos detenidos por un presunto intento de secuestro de 103 niños por parte de la ONG Arca de Zoé. Según informó la oficina presidencial en un comunicado, Sarkozy tratará con Deby la "protección consular" de los franceses y la situación de "otros ciudadanos europeos", además de la "cooperación judicial entre Chad y Francia", en el marco de los acuerdos que en esa materia tienen ambos países.

Nueve franceses, tres de ellos periodistas y los otros cooperantes de Arca de Zoé, y siete españoles, miembros de la tripulación del avión de la compañía Girjet en el que iban a abandonar el país, se encuentran arrestados en Chad desde el pasado día 25. A los franceses la Justicia chadiana les reprocha un presunto delito de secuestro de niños y estafa, mientras que los españoles están acusados de complicidad.

Según medios franceses, el avión de Sarkozy llegará a Yamena sobre las 13.00 horas GMT, tras lo cual el presidente francés se reunirá con Deby. Ambos jefes de Estado darán una rueda de prensa en la que podría anunciarse la liberación de las cuatro azafatas españolas y de los tres periodistas franceses. Todos ellos podrían abandonar el país en el avión de Sarkozy, que podría efectuar una escala en Madrid para dejar allí a las azafatas.

El presidente francés se ha implicado directamente en el caso Arca de Zoé desde el inicio y hasta en tres ocasiones ha telefoneado a su homólogo chadiano. Sarkozy, que condenó la operación de la ONG francesa, se mostró particularmente preocupado por la suerte de los periodistas y las azafatas, considerados "prioritarios" por el Elíseo.

El Gobierno francés ha sido muy crítico con Arca de Zoé, a la que acusa de engañar a las autoridades galas y chadianas sobre sus verdaderas intenciones. Rebautizada como Children Rescue, la ONG cambió sus planes, que oficialmente preveían prestar ayuda humanitaria a niños de la conflictiva región sudanesa de Darfur, en la frontera con Chad, por una operación de traslado de menores para ser acogidos o adoptados en Europa.

El primer ministro galo, François Fillon, ordenó ayer a los Ministerios de Exteriores y Defensa la apertura de una investigación para determinar cómo la ONG pudo ocultar su proyecto a las autoridades, en particular a la Embajada francesa en Chad. Miembros de la ONG, entre ellos su fundador, Eric Breteau, se trasladaron por el país a bordo de aviones del contingente francés destacado en Chad, pese a que el Ministerio de Exteriores había declarado ilegal su operación de traslado de niños.