La Agencia Espacial Europea (ESA) y la agencia espacial francesa (CNES) han lanzado con éxito a las 15.23 hora penínsular, desde Baikonur (Kazajistán) y a bordo del cohete ruso Soyuz-2, el satélite COROT. Se trata de un minisatélite, con un telescopio de apenas 30 centímetros, cuyo objetivo es la búsqueda de exoplanetas (planetas extrasolares), de los que desde 1995 se han censado 200, así como la exploración del interior de las estrellas. La misión durará dos años y medio.Colaboración españolaEspaña colabora con cinco centros científicos y otros tantos "coinvestigadores" en la misión COROT, pese a que la participación principal es francesa. Según el científico coordinador de la investigación española, Rafael Garrido, del Instituto de Astrofísica de Andalucía en Granada, "la misión COROT es en un 80% francesa y el resto de participantes son, además de España, la Agencia Espacial Europea (ESA), Alemania, Austria, Bélgica y Brasil".Entre los institutos de astrofísica españoles colaboradores se encuentran el de Canarias, el de Granada, la Universidad de Barcelona, la Universidad de Valencia y el Laboratorio de Astrofísica y Física Fundamental de Madrid. En cuanto a la participación industrial, se ha centrado en la construcción del centro de control de la misión, que está en Francia.En búsqueda de nuevos planetasCOROT es el acrónimo de "Convección, Rotación y Tránsitos planetarios" ya que el satélite es capaz de explorar el interior estelar estudiando las ondas acústicas que atraviesan la superficie de las estrellas, una técnica llamada astrosismología."Podemos ver si pasan por delante de las estrellas objetos de pequeño tamaño como pueden ser planetas del tamaño de la Tierra o mayores y medir las oscilaciones propias de los astros, que darán más información sobre su estructura interna", ha detallado Rafael Garrido.El satélite dispone de dos cámaras, una para hacer observaciones de gran precisión para astrosismología, y otra, para detectar planetas que pasen delante de sus estrellas. Gira alrededor de la Tierra y apunta a una región del cielo durante seis meses seguidos, luego tiene que cambiar para que no le dé el Sol, es decir, "no va a ningún sitio, sino que da vueltas alrededor del planeta de forma inercial".De esta manera, el proyecto permitirá que se adquieran datos de otros sistemas planetarios "porque ahora --ha manifestado Garrido-- solo existe el ejemplo del nuestro, y así es difícil contrastar teorías sobre su formación", lo mismo que ocurre con el Sol.Proyecto pioneroEste proyecto es pionero en el mundo aunque ya está previsto que en el 2008 siga con esos mismos trabajos el programa norteamericano, Kepler.El lanzamiento del COROT estaba programado para el 21 de diciembre, pero una fuga detectada en una membrana de un depósito en el cohete ruso Soyuz-2 que transporta el satélite motivó el aplazamiento del despegue hasta hoy.